Otra vez, de celebración de cumpleaños, nos vamos a ver un musical en la Gran Vía de Madrid.
Mamma Mía lleva en cartel desde hace 1o años, y se despide en junio para continuar por otras provincias.
La sesión era a las 6 de la tarde en un día caluroso de primavera madrileña, y cuándo salimos del metro ya estaba llena de gente la entrada del teatro Coliseum.
Debía de ser un día especial para los colegios ya que, qué casualidad, empezaron a llegar montones de niños-adolescentes que tenían la localidad, qué casualidad, justamente a nuestro lado y en todo el piso de arriba.Es verdad que pareció más horrible que lo que en realidad fue, pero los chicos se aburrieron en varias ocasiones y hubo que mandarles callar porque no paraban de hablar unos con otros.
La obra, que conocíamos perfectamente por haber visto la película y por saber de memoria sus canciones, es agradable, simpatica y entretenida y los actores-cantantes bastante buenos.
Nos gustó mucho, sobre todo la apoteosis final en la que cantan y bailan varios números muy conocidos que todo el mundo coreamos y bailamos a su compás.
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