Los días han pasado muy rápidos, igual que los meses anteriores y de nuevo llegamos a nuestra cita con Cardinal y sus cambios de estaciones. Desde mediados de mayo tuvimos unas temperaturas muy altas (hasta de 34ºC, poco normales en ese mes), y en junio, enormes tormentas con lluvias, granizo y trombas de agua ¡Es la primavera! El jardín ha seguido cambiando de aspecto, aunque en algunas zonas con las hojas ya establecidas, parece que sea poco.
El sol se ha ido poniendo cada vez más tarde y ahora lo hace por una zona totalmente distinta, y más escondido entre los altos árboles.
El Tilo va muy despacio llenando sus cuatro brazos de hojas; éste año le está costando mucho trabajo volver a brotar. El Liquidámbar, cada vez más alto, ya está cubierto de hojas y brilla a través de la ventana. Los Olivos y los Aligustres se han vuelto a podar, dejándolos en la mitad de su volumen, para que no caigan tantas hojas en la piscina cuándo se abra el cerramiento que la cubre. La Catalpa, el Árbol del Amor y el Plátano, cada día dan más sombra con sus verdes hojas. Los Prunos, con grandes copas rojas ya desde hace dos meses, sombrean y adornan los caminos a los lados de la casa.
Los pendientes de la Reina, que han florecido lentamente a cubierto, ya en el exterior seguirán con sus flores de color rosa y púrpura todo el verano. Las flores de rosales y celindas, que han estado todo el mes floreciendo, han desaparecido y ahora son la flor del Acanto, la de los Papyros, y las Hortensias las que adornan sus rincones. El Arce enano destaca por su color rojo, que irá cambiando a más verdoso cuándo lleguen las altas temperaturas.
Las trombas de agua de estos días están siendo muy frecuentes.
Entrada vinculada a The Changin Seasons de Cardinal Guzman.